Experimentación en animales - argumentos

Según cifras oficiales en el Estado español durante los últimos años se utilizan anualmente alrededor de un millón y medio de animales vertebrados para la experimentación, descendiendo ligeramente cada año. Esto hasta 2010, sin embargo, a partir del 2013 el numero de animales utilizados empezó a aumentar notablemente. 

Los animales sufren y mueren todos los días en los laboratorios debido a que tienen poca o nula protección contra la crueldad.

No es ético condenar de por vida a 100 millones de animales que piensan y sienten a una jaula de laboratorio y causarles dolor, soledad y miedo deliberadamente.



Es mala ciencia. La Administración de Alimentos y Fármacos de los EE.UU. informa que 92 de cada 100 drogas que pasan las pruebas en animales fallan en los seres humanos.

Es ineficiente. Los experimentos en animales prolongan el sufrimiento de personas en espera de curas eficaces por falsos científicos y el derroche de dinero, tiempo y recursos valiosos que podrían haber sido utilizados en investigaciones humanas relevantes.

Es arcaico. Científicos con un pensamiento innovador han desarrollado métodos de investigación sin animales modernos, humanos y eficaces, incluyendo la microdosificación en humanos, las tecnologías in vitro, los simuladores de pacientes humanos y sofisticados modelos en computadora, que son más baratos, más rápidos y más exactos que las pruebas en animales.

El mundo no necesita desesperadamente otro delineador de ojos, jabón para las manos, ingrediente de comida, fármaco para la disfunción eréctil o pesticida a expensas de la vida de los animales.

Entre el 92.5 y el 95% de todos los medicamentos farmacéuticos que se encontraron efectivos y seguros en estudios con animales fracasan en las fases clínicas posteriores 1 a 3 en humanos.


Incluso si se aprueba un medicamento, eso no significa que sea seguro para los humanos, ya que aproximadamente un tercio del 5 – 7.5% de los medicamentos aprobados se retiran posteriormente de la venta o se emiten advertencias debido a efectos secundarios graves. 

La prohibición que entró en vigor en marzo del 2013, referente a los productos cosméticos testados en animales en la UE, fue un paso importantísimo pero insuficiente. De hecho, la experimentación con animales es un negocio en auge que, lejos de disminuir, aumenta de forma alarmante año tras año.

Para gran parte de la industria, los experimentos con animales cumplen una función de coartada. Aparentan una inocuidad de los productos que realmente no existe. Se trata de cubrirse las espaldas desde el punto de vista legal, en caso de que se produzcan efectos secundarios nocivos para las personas. – aprovecharse de los indefensos. Problema ético.

La experimentación animal libre de crueldad no existe, ya que los animales son mantenidos en pequeñas jaulas, sufren estrés y miedo, y los estudios prácticamente siempre terminan con su muerte.




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